domingo, 6 de noviembre de 2011

"Largo y escabroso es el camino que del infierno conduce a la luz"

A veces ves una película y te preguntas ¿puede ser? es decir, ¿lo que están contando es creíble? ¿Es posible? Pues a veces si, a veces no. Tiene mucho que ver con el imaginario colectivo, o con el individual. Incluso tiene que ver con la percepción que tengamos cada uno de la realidad.
Cuando ves una película como Seven, y ves su final piensas ¿Es posible? ¿Y que mas da? No importa. Es una historia demasiado buena como para que importe. Y sobretodo, hay un desenlace tan impactante, tan atípico en el universo Hollywood que lo de menos es su credibilidad. Incluso si al inicio de la cinta, en el cuadro de créditos pusieran "basada en hechos reales", aun así, no importaría, al menos a mi.
No tengo mucho que decir en esta ocasión. "Solo" la pongo como ejemplo por el final, aunque toda la trama merece un aplauso, casi una ovación. Admiro los profesionales capaces de sacarse de la nada un guion como el que cuenta esta película. En líneas generales es muy buena. Con el desenlace es magnifica. El director (David Fincher, del cual si me acuerdo dedicare también una entrada) ha decidido desviarse del final feliz y acorde con los cánones del cine moderno para presentar una alternativa demoledora e impactante que te deja con la boca abierta. Incluso, dentro del final anti popular (por decirlo de alguna manera) que se describe, ha escogido el peor. Dentro del malo el peor. No solo el detective David Mills (Brad Pitt) pierde a su esposa, si no que además pierde su vida disparando a John Doe (Kevin Spacey). Es un desenlace perverso y crudo. El mejor.
La atmosfera de desasosiego que se crea y que dura toda la trama deja entrever que nada bueno puede acabar sucediendo. Fincher encontró la tecla, la pulsó, y e aquí el resultado.
Yo creo que la película nos intenta asimismo dar una pequeña lección de la vida. No todo son pequeñas degustaciones de buenos momentos. Ya lo sabemos, pero no lo olvidemos. Y lo dejo aquí, me quedo con ello. Si alguna vez nuestras vidas nos parecen felices, o al menos correctas, tranquilos, que no cunda el pánico. En cualquier momento se puede ir todo a la mierda.

- Ernest Hemingway escribió una vez: El mundo es un buen lugar por el que merece la pena luchar.

No estoy de acuerdo con ninguna de las dos partes.

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