lunes, 31 de octubre de 2011

"Bueno, puede estar tranquilo señor Ullman, porque eso no me va a pasar a mi".

Si hay algo que le reprocho a Hollywood en sus trabajos es la falta de cuidado por los detalles en algunas (muchas) de sus películas. Claro esta que culpar directamente a la industria no es del todo justo, pues cada cineasta tiene individualmente su dosis de responsabilidad. Pero sea como sea, he visto en mi vida infinidad de películas que cojean por algún lado en cuanto a detallismo se refiere. Un peldaño más arriba están los gazapos. Distingo uno (el detalle) de otro (el gazapo) pues por definición no es lo mismo, aunque técnicamente si. El nivel de detalle es directamente proporcional al perfeccionismo del autor y se refleja en los planos, la puesta en escena (attrezzo), el guion, etcétera. Un gazapo es algo más exagerado. Un día dedicare una entrada ha hablar sobre ellos.
Pero a lo que íbamos. Permitidme un símil con la vida misma: La vida son esas pequeñas cosas, esos pequeños momentos. En el cine, a veces son esos pequeños detalles los que convierten una historia buena en muy buena, o por el contrario, mala en muy mala. Aunque la comparación es algo cursi no por ello deja de ser veraz. No voy empezar a poner ejemplos sobre lo que digo. Quien lo lea pensara los recuerdos que tenga de cada película que haya visto.
El prologo no era más que para "presentar" (aunque no necesita presentación) a uno de los más grandes cineastas (y no lo digo yo) del siglo XX. No es otro que Stanley Kubrick. Su forma de hacer cine, así como su visión y la ejecución técnica de sus trabajos, crearon un referente dentro de la industria. Por varios motivos, pero al que yo quiero hacer referencia es al de los detalles. Y para demostrarlo, de su filmografía (algo limitada, todo hay que decirlo) he escogido uno de sus clásicos, El resplandor. Película basada en el libro homónimo de Stephen King. Ahora me veo en la obligación de hacer un paréntesis para dedicar unos instantes a este escritor Norte-americano del que me declaro un fiel seguidor.
La verdad es que el merito de Kubrick en esta película es relativo, pues partía de esa novela y entonces siempre es más fácil trasladarlo a la gran pantalla. Su merito es innegable y su producto final, con su toque y su estilo lo elevan ha los mas altos niveles de calidad. Pero era un guion ya hecho. Quería mencionar a King por la abrumadora capacidad que tiene para contar historias. A todos aquellos a los que les guste el género de terror, por favor que no dejen de leer alguno de sus libros. Su capacidad narrativa te absorbe durante la lectura. En ocasiones parece que estemos reviviendo nuestras pesadillas mas profundas, más oscuras y más terroríficas. Te adentras en un universo paralelo, del que esperas salir y ha ser posible con un final feliz, echo que no se suele dar. Buena prueba de ello es el titulo al que vengo refiriéndome, El Resplandor. Cierro paréntesis
El resplandor, historia que nos cuenta las andanzas de una familia de clase media americana a la que se le encarga la tarea de mantener en buen estado un hotel en medio de ninguna parte y donde el crudo invierno hace las delicias de los protagonistas.
Tan agradable e idílico es el entorno, que Jack Torrance (Jack Nicholson) decide casi por inercia volverse loco de atar. Pero no es un loco cualquiera. He llegado a oír que fue el loco mejor interpretado de la historia del cine. Estoy de acuerdo.
Aprovecho este hilo para ahora si, hablar sobre lo que me interesa de esta película, recuerdo, el nivel de detallismo. Para empezar me fijo en una de las escenas mas famosas y recordadas del cine moderno: El momento en que Jack Torrance revienta (no hay otra palabra que lo describa mejor) la puerta del baño. Aquella puerta que le separa de su esposa Wendy (Shelley Duvall). Aquel pequeño trozo de madera que la mantiene a salvo de los hachazos que su marido cree conveniente propinarle. Fijémonos en la ejecución de la toma: Imagino que para rodarla, harían primero un pedido algo extenso de puertas al carpintero. Tras intentarlo en unas cuantas ocasiones (no lo se), al fin consiguieron la imagen perfecta. El propio Jack Nicholson es el que se carga la puerta, todo en una misma secuencia, a riesgo de como quede. Claro esta, atacar una maldita puerta de madera con un hacha tiene un desenlace imprevisible. Pues hasta que no se consiguió el orificio perfecto, (aquel por el que se cuela solo el diámetro de la cabeza del protagonista), no pararon. Es perfecto. Estamos de acuerdo en que se podían conseguir infinidad de resultados. Pero se busco el detalle. Tal vez si alguien lee esto pensara que estoy diciendo una gilipollez sin sentido, pero para mi tiene mucho sentido.
Por otro lado, fijémonos en el hotel. En todo momento, aunque aparentemente no lo parezca, todo esta en su sitio, ordenado, correctamente colocado. La distribución y montaje del escenario, claro esta, correr a cargo del director. Su visión analítica así como su percepción cinematográfica sobre como relatar una historia acarician un estado de perfección que a la postre, el espectador, sin saberlo ni obsérvalo, traduce en fascinación hacia la historia que nos están contando.
Cine de miedo. Infinidad de películas. Un género que nunca ha conseguido despegar. Siempre esta en entredicho. Transmitir el miedo es muy complejo. Aunque aparentemente no lo parezca, pues todos nos regimos por unos patrones estándar que identificamos como universales sobre la percepción del terror. Pero es un sentimiento muy subjetivo que cada uno canaliza de una forma distinta. Dicho de una forma sencilla, las mismas cosas nos asustan, pero no las procesamos de igual modo.
A parte, siempre o casi siempre, se ha relacionado el miedo con la sangre, las vísceras y los "sustos". La combinación de cualquiera de estos ingredientes es lo que esperamos ver cuando vemos en la cartelera una cinta de terror. Kubrick cuenta el miedo distinto, lo cuenta al detalle. Se aleja de la sangre, las vísceras y los "sustos". Solo si son estrictamente necesarios. Y lo son porque el personaje (su personaje) con su perfil único e intransferible, en uno u otro momento de la historia, así lo sentirá. Lo que digo es que en El Resplandor, el miedo no es obligatorio. Es imprevisible, y se improvisa. Lo que el espectador presencia es como un hombre se vuelve loco, nada más. Por supuesto es cierto que a parte hay toda una trama que rodea al hotel, hechos que ocurrieron, que sujetan la historia. Pero en ningún caso se fuerza la situación. No estoy seguro si logro explicarme, espero que si.
Eso para mi, es cuidar los detalles.
Una ultima apreciación en este sentido: la forma de rodar, la técnica. Kubrick, no solo en esta cinta, utiliza mucho el recurso del plano largo, combinado con el plano-secuencia. A los planos largos fijos les suele imprimir un zoom lento que se acerca a la acción. En los planos-secuencia suele dedicar un tiempo relativo, nunca suelen sobrepasar el tiempo necesario, aquel que los convertiría en planos pesados y sin más información. Uno de los ejemplos más claros en esta ocasión es el mítico del pasillo con el niño encima de su juguete, pedaleando y avanzando. Esta escena se repite en un par de ocasiones. Realmente son planos sin mucha complejidad, pero apabullantemente efectistas. El efecto de terror que le imprime este tipo de planos queda claro viendo la película. Si no, recordad la escena a la que vengo refiriéndome, la del pasillo, la segunda (cuando aparecen las gemelas muertas) y me diréis. Cualquier otra forma de rodarlo no hubiera sido lo mismo. Un ultimo ejemplo igual de valido es cuando el crio esta escondido en un armario y su padre lo esta buscando. Plantar la cámara y esperar los acontecimientos. Es perfecto. Por parte de kubrick es un detalle hacernos ver el cine de ese modo, de su modo.

No quiero cerrar esta historia sin hacer mención a un tema que tenia en mente desde que empecé a escribir. Como decía al inicio (dudo que alguien se acuerde ya), si hay algo que le reprocho a Hollywood es su falta de cuidado por los detalles. Pues hay otra cosa que le reprocho y aun con más insistencia si cabe. La casi enfermiza obsesión por los finales felices. Odio con todas mis fuerzas ver una película, que por giros del guion, se ve obligada a acabar bien, de forma feliz. No es así, no debe ser así. Y se me ocurren tres o cuatro ejemplos....



jueves, 27 de octubre de 2011

"¿Te quitaste las botas y pusiste los pies encima de la mesa?"

Creo que he perdido por completo las riendas de este blog. Ya dije al inicio que no pretendía seguir ningún tipo de criterio para publicar cada entrada; lo que ocurre que se acumulan películas en la cabeza y ya no se seguro donde estoy. Por lo tanto voy a hacer una especie de "reset" para "empezar" hablando sobre una de Martin Scorsese.

-¿Te quitaste las botas y pusiste los pies encima de la mesa? Sucio y asqueroso trozo de estiércol, comedor de mierda de vaca hijo de puta. Tú vuelve a putearme allí y te entierro en el desierto. ¿Me has oído?

Podría rescatar muchísimos fragmentos de este film. Muchos diálogos, muchas tomas, muchos momentos en definitiva. Y cualquiera de ellos seria interesante, pues en mi modesta opinión, estamos delante de una obra maestra, la primera de las que quiero hablar. Personalmente, puede que sea, en conjunto, la mejor película que haya visto jamás. Para quien aun no lo sepa, estoy hablando de Casino. Realmente hay demasiadas cosas que comentar de esta cinta y podría rellenar páginas enteras. Intentare resumir los puntos principales que para mi la convierten en una obra maestra del séptimo arte.

1) De entrada la historia. Entiendo que uno de los principales focos de atención cuando vemos una película es lo que nos quieren contar, la historia. En términos técnicos el guión. Después de haber visto Casino en repetidas ocasiones, tengo la convicción de que el guión es uno de sus puntos fuertes. La complejidad de la trama es apabullante. No lo parece a priori, pero si nos fijamos detenidamente en todos y cada uno de los momentos, observaremos como de difícil es "atar" toda la historia. Los personajes, las situaciones... A parte, (cosa que siempre se agradece) consigue sorprender. Ejemplos: Como Piscano, sin querer, les desmantela el tinglado.
Como Nicky mantiene una relación sentimental con Ginger.
La aparición de Ana Scott
Y un largo etcétera.
Pero sobretodo y ante todo, la historia que nos cuenta sobre una mafia muy bien articulada que consigue mandarlo todo a la mierda.
Por ultimo el contexto: El sitio, Las Vegas. El momento, década de los 70 y principio de los 80.

2) Los personajes: Para mi TODOS sin excepción. Cualquiera de ellos, por muy secundario que sea, tiene cabida. El reparto principal, Robert de Niro, Joe Pesci y Sharon Stone. Solo con su interpretación/presencia, dan credibilidad suficiente a la trama. Por encima de todos, en este caso, destaco el papel de Joe Pesci (Nicky Santoro), el perfecto gánster sin escrúpulos, sin miedo y sin remordimiento. Me parece estelar su aportación.
Ejemplo: Cuando se reúne con un director de banco que le debe dinero. Sin inmutarse lo más mínimo, ni el pulso ni el tono de su voz le suelta: - ¿Sabes? creo que tienes una imagen equivocada de mí. Y lo menos que puedo hacer, es explicarte como funciono. Por ejemplo, mañana me levantare pronto y me daré un paseíto hasta tu banco. Luego entrare a verte y... Si no tienes preparado mi dinero, delante de tus empleados, te abriré tu puta cabeza.
Y cuando cumpla mi condena y salga de la cárcel, con suerte, tú estarás saliendo del coma. ¿Y que haré yo? Te volveré a romper la puta cabeza. Porque yo soy idiota, y a mi lo de la cárcel me la suda. A eso me dedico, así funciono yo.

Recordemos también una de las escenas iníciales, cuando los personajes están siendo presentados, por así decirlo. Nicky se abalanza sobre un desconocido que había increpado a su amigo y protegido Sam Rothstein. Con la ayuda de un bolígrafo, Nicky consigue perforarle el cuello sin escrúpulos.
Hay muchos mas ejemplos, pero la verdad, no quisiera toparme por la calle con un tipo de Nicky Santoro.

En esta misma línea, el otro personaje que se lleva la palma en cuanto a interpretación se refiere, no es otro que Robert de Niro (recordemos, en el papel de líder del casino Sam "Ace" Rothstein). Dicho sea de paso, no es de extrañar, pues lo raro seria que el gran Robert de Niro no hiciera un excelente papel. Incluso si tengo tiempo y me acuerdo, quisiera dedicar una de mis entradas a hablar casi en exclusiva sobre este actor. Tal vez cuando le toque el turno a El Padrino. Quien sabe.
Sea como fuere, en esta ocasión, el bueno de "Ace" es uno de los pilares del film. Es que lo borda. No se me ocurre mejor descripción. Es una mezcla entre un corredor de apuestas perfeccionista y sin moral, un buen hombre que solo "quiere dirigir un negocio legal" y un gánster de los de toda la vida. Que cada uno se quede con la descripción que le plazca y que añada o suprima los rasgos que le parezcan más adecuados. En cualquier caso, lo que queda claro es que consigue proyectar en todo momento una imagen de liderato, de éxito. No hace nada por casualidad, todo esta debidamente meditado. Todo, excepto su affaire con Ginger, otro de los grandes pilares de la historia. En mi opinión, no es determinante, aunque si relevante. Otro pensara que es definitorio en el devenir de la historia. Hablo de su relación. Antes he usado la palabra affaire. Por supuesto no es correcta pues es mucho más. Se casan y tienen una hija. Y lo que es peor, se comprometen hasta límites insospechados. Y aquí quería llegar yo. Vaya por delante que las intervenciones de Sharon Stone, nunca han sido fruto de mi devoción. Dicho de otra manera, nunca me ha parecido una actriz espectacular. No voy a hablar sobre su interpretación, solo mencionar que en Casino no esta nada mal. Pero lo que quiero es centrarme en su historia de amor y como esta (a gusto de cada cual) estropea todo el tinglado mafioso en torno al casino. Yo ya he dicho que no tengo claro que influya directamente, pero de un modo u otro, "Ace" (y el mismo lo menciona en la primera toma de la película) hace referencia a ello. Lo que quiero decir, que no quiero alargarme más con esto, es que la película consigue unir una historia de amor de dos de los personajes protagonistas con la trama del casino. Quien lo lea y la haya visto me entenderá, quien no, le invito encarecidamente a que la vea.

Para finiquitar el tema de los personajes, un par más de ejemplos y lo dejo.
Por ejemplo los jefes. Los que controlan el casino en la sombra. Aquellos a los que hay que mandarles cada mes su puto maletín. Todos me parecen geniales y por su posición en la pirámide jerárquica, quizá destaco a Remo Gaggi, el líder de la familia. Todos parecen auténticos gánsteres y ninguno de ellos necesita tener una apariencia de gánster. No se exactamente como explicarlo, pero viéndolos, si no nos lo dijeran, creeríamos que estamos delante de unos hombres normales y corrientes. Pero cuando sabemos quienes son estamos de acuerdo; parecen mafiosos auténticos. Es una de las grandezas de la selección de personajes, esa dualidad, casi ninguno parece ser lo que es. Por eso le doy tanta importancia a este tema.
Y por ultimo uno que a titulo personal me entusiasma aunque aparezca con cuentagotas y que responde al nombre de Pat Webb, el sheriff local, un "autentico vaquero". De los pocos que para mí si responde a lo que realmente parece. Por otro lado uno de los que participa activamente en el devenir de la historia. Su pequeña participación desencadena en el juicio contra "Ace". Nuevamente me ciño al guion para acabar reflexionando como un personaje tan secundario, en un pequeño momento de la trama, consigue desnivelar la balanza sin que el espectador (quizá) ni se de cuenta. Otra vez digo, que quien la haya visto me entenderá, y quien no, ya sabe.

3) Las formas narrativas: No en el sentido más estricto del término, si no más bien desde un punto de vista pragmático. Como se cuenta la historia, la relación que surte de la comunicación entre el emisor (personaje/s) y el receptor (espectador). Por supuesto hay muchas formas de relatar unos hechos, y la selección de cada sistema es importante claro esta. Para empezar, en Casino nos cuentan, (en muchas fases de la película), las cosas en primera y en tercera persona, alternativamente, pero cuando lo hacen, quien lo cuenta es un narrador, en este caso dos, los principales implicados en la trama, los protagonistas. Fijémonos en este detalle; lo cuentan los damnificados, los dos únicos que realmente pierden algo; uno Sam (acaba con su sueño) y el segundo Nicky (que directamente pierde la vida). Pero no lo cuenta nadie más. Por ejemplo Ginger. ¿Porque? Pues porque los demás están de paso, por así decirlo. Si, es cierto que en caso de Ginger también acompaña a Nicky en su final, pero se supone (o al menos así lo entiendo yo) que de todos modos ese hubiera sido su destino. Los únicos que ven alterado su futuro son ellos dos.
Me parece insuperable y muy acertada la selección de este sistema para contarnos una historia (su historia). Ello consigue cautivar aun más al espectador.
Y ya para terminar definitivamente, en la línea de como contar una historia, alguna pequeña (modesta) aportación técnica sobre como esta rodada. Aun y a riesgo de quedar en evidencia, pues no soy ni mucho menos un experto, voy a lanzarme a la piscina. No descubro nada nuevo cuando digo que una de las técnicas preferidas del director Martin Scorsese es la del denominado "plano secuencia", muy utilizado en este film. Para mi este movimiento de cámara es muy apropiado en esta ocasión, pues le otorga a la trama esa dosis de continuidad que necesita para adentrar al espectador en la película. A la larga da la sensación que hemos entrado en el casino y no podemos salir. Siempre pasa algo a nuestro alrededor, siempre hay alguien a quien prestar atención.
El otro "vicio" de Scorsese (también se aprecia por ejemplo en Uno de los nuestros") es el de los planos cortos, (muy próximos) y en constante movimiento. Nada de plano fijos (o muy pocos) Lo más fijo que utiliza es el zoom, lento, al más puro estilo Kubrik. Así no perdemos detalle.
Y con esto quiero quedarme; los detalles, cuidarlos. El perfeccionismo dicho de otro modo. Y os aseguro que existe en esta cinta. Vedla, siempre hay algún detalle que no habías apreciado.






sábado, 22 de octubre de 2011

"Voy a matarlos"

- ¿Que hará usted?
- Lo que mejor hago. Voy a matarlos. A cualquiera que estuviera implicado, a cualquiera que haya sacado provecho de ello o me mire mal.
- Mátelos a todos.

Mientras escribía sobre Sin Perdón, me ha venido a la cabeza esta cinta de Tony Scott del año 2004 llamada "El fuego de la venganza". El titulo ya deja entrever por donde van a ir los tiros (nunca mejor dicho). Para mi esta película fue una grata sorpresa en su día. Yo la califico en un subgénero personal que me encanta y que sería algo así como Accion-Reaccion. De todos los sentimientos que pueden transmitirse mediante el cine, uno de los que más me gustan y agradezco es el de la ira, el de la venganza. Y esta película tiene todos o casi todos los ingredientes. Denzel Washington interpreta a la perfección el papel de guardaespaldas peligroso venido a menos, en plena caída libre. Es de esas películas en que el perfil del personaje tiene mucha importancia. Y el bueno de Denzel lo clava. Pero a lo que íbamos; la historia no es compleja, es más, no tiene demasiado secreto. Incluso el final es algo previsible. No es eso lo importante. Adentrarse en el mundo del protagonista (Creasey), un mundo que se desmorona, sin un solo lugar donde agarrarse más que en la bebida. Comprender la situación por la que atraviesa. Como una niña pequeña puede despertarle tanto amor, compasión y felicidad. Aun y ser una menú simplón, e incluso algo cursi, es imprescindible para comprender como la ira que desencadenara de su interior puede ser tan poderosa. Llega un momento en la cinta que (tal vez solo me ocurra a mi) incluso olvidas que está buscando. Solo te interesa saber el cómo lo está buscando. Sus actos (escena del coche primera y segunda), la seguridad en los mismos, la contundencia... En definitiva, la venganza está servida. Como apunte final quiero hacer una mención a una de las últimas escenas, cuando encuentra a el hermano de "La Voz" y llama por teléfono. Lo dejo aquí para quien no la haya visto y quiera hacerlo. Pero, para mí, dentro de su brutalidad, es uno de los momentos que mejor representa el odio que Creasey siente y que por supuesto tiene que expulsar. Porque no hay sentimiento más fuerte que el odio, ni siquiera el amor. Y en este caso quiero quedarme con esta reflexión o con esta palabra: Odio. Algo que todos podemos experimentar y que en su máxima expresión, siempre superara cualquier otro sentimiento que hayamos podido sentir. Cuando pase, tal vez será mejor no tener un arma cerca.



domingo, 16 de octubre de 2011

"¿Quien es el dueño de esta pocilga?"

Tenía este titulo en mente desde que inaugure el blog. De hecho quería ponerle esta frase como nombre. Estaba entre este y el actual. Dude hasta el final. Por eso, no quiero dilatar más en el tiempo la mención a esta gran película.
Nunca he sido muy amante de los Westerns, es más a penas habré visto seis o siete en toda mi vida. Aunque todo hay que decirlo, es un género que esta en peligro de extinción. Creo que lleva unos años al filo del abismo. Por eso cuando empecé a aficionarme al cine, los Westerns ya no estaban tan de moda como podían estarlo 20 o 25 años atrás. Aunque uno de sus máximos exponentes (el gran Clint Eastwood) aun estaba (y esta naturalmente) en activo cuando decidió dirigir y protagonizar Unforgiven (Sin perdón) en el año 1992. Tal vez porque ya estaba un poco harto de protagonizar Westerns durante su dilatada carrera cinematográfica, tal vez porque había madurado personal i/o profesionalmente, sea por lo que fuere, decidió coger las riendas de este proyecto y darle un giro (si es que era posible modificar la esencia de los Westerns) a una historia del viejo Oeste: Unas historias que por lo general no cuentan más que las vivencias de cowboys, forajidos, pistoleros, putas y demás individuos de dudosa reputación.
Gracias a su innegable talento, sumado quizá a su larga experiencia, saco al mercado este film atípico, que se aleja de lo que convencionalmente conocemos como una película del Oeste de los años 50 (época dorada de este genero) y en el que la degradación del personaje protagonista (William Munny) es el principal foco de atención.
En cualquier otro contexto, Willam Munny no seria más que un ex-alcohólico, rehabilitado con éxito, pero que se enfrenta cada día a su pasado, luchando por no recaer, por seguir adelante de la forma más digna posible. Un hombre solo, con miedo a su entorno, un mundo que no entiende pero que no le queda más remedio que aceptar. En cualquier otro contexto, William Munny seria uno más.
Pero, si trasladas esta situación al Far West, el resultado es otro muy distinto. El guión (la historia) ata todos los cabos. Es decir, permite unir un hecho aislado con el protagonista. El destino persigue a William Munny. Una acción de la que el no quisiera ser participe, acaba convirtiéndolo en lo que siempre había sido; el asesino de mujeres y niños de Missouri. Me parece genial la forma como el guión consigue entrelazar estos hechos.
Para mi, en mi modesta opinión, lo que mas reluce de la historia, es ver lo que comentaba, como un hombre relegado a una vida que no es la suya, consigue resurgir de sus cenizas para, al menos por un momento, volver a coger una botella de Whisky, beber unos tragos, entrar a golpe de escopeta a un saloon, y empezar a disparar indiscriminadamente contra una banda de vaqueros a los cuales no conoce pero que debe matar. En muchas fases de la película, se observan detalles de como William Munny intenta hacer esfuerzos por seguir siendo el hombre que nunca quiso ser. Es en definitiva la historia de un hombre culpable, en un contexto que no le es propicio para lavar su moral. Pero, como dicen en Cadena Perpetua (cinta de la que más adelante hablare) "todo hombre tiene un limite", y William Munny encontró el suyo. Dejo la culpabilidad en la puerta, entro, pregunto (¿Quien es el dueño de esta pocilga?) y disparo. ¿Que será de el una vez yacen todos los cadáveres a su alrededor en el hall del Saloon? ¿Quien será? ¿Cual es su destino? La película nos deja con la duda. Pero es una incógnita que cada uno concluye como quiere. No es importante. Lo único realmente importante aquí es que será culpable. Y lo será toda la vida. Y con esa palabra me quedo.





jueves, 13 de octubre de 2011

"¿Que cree que haria usted si saliera libre?"

Otro ejemplo de lo que hablábamos en el caso de Collateral. Para mí, EL EJEMPLO. No se hasta que punto abandono el cine de acción, pues técnicamente la película de la que voy a hablar ahora esta calificada como tal. Aunque viéndola, cualquiera puede determinar que estamos delante de una cinta de humor, negro, pero humor. O una de esas mezclas que tanto gustan en Hollywood y que denominan comedia-romántica, porque al fin y al cabo, la historia cuenta el idilio entre los dos protagonistas. Lo que pasa que entre medio han "colado" el atraco a un casino. Sea como fuere, y pertenezca a la categoría que sea, Ocean's Eleven destaca por otro motivo. Esta claro, independientemente de si finalmente es una peli de acción, es que es una cinta muy comercial; solo hace falta ver el reparto. Ese nutrido y contrastado grupo de grandes actores (y actriz) de Hollywood pueden tirar ellos solos del carro, por decirlo de alguna manera. Ellos solos pueden dar vida a esa película. Y realmente creo que lo consiguen. Porque como guion esta muy bien y tal... Pero nadie podrá negarme que como historia es bastante fantasiosa y se aleja mucho de lo que se entiende por "una buena historia". Pero Brad Pitt, Mat Daemon, Andy García, Julia Roberts, y sobretodo (ahora explicare porque) George Clonney, la colocan en otro nivel. En serio, pensemos si no como hubiera sido esta cinta sin ellos, con actores (y actriz) desconocidos. Es lo bueno de ser uno de los grandes del celuloide.
Creo que ha quedado claro que no me entusiasme la idea. No pasara a los anales de mi memoria cinematográfica. Pero, tras comentar Collateral en la ultima entrada y centrarme casi exclusivamente en un momento que he dicho que para mi valía la película entera, automática e irremediablemente me ha venido a la mente Ocean's Eleven.
Escena inicial: Danny Ocean se sienta en una silla de alguna sala, en algún rincón de alguna cárcel de alguna ciudad de los Estados Unidos. Un completo desconocido. Primer plano bien marcado. Se distingue perfectamente su rostro, casi inexpresivo pero al mismo tiempo intenso. Mientras le hacen un pequeño interrogatorio (algo así como un mini test para determinar en que punto se encuentra anímicamente como delincuente) George Clooney responde sin inmutarse lo mas mínimo. Pero cuando finalmente le formulan la pregunta definitiva, la de "¿que cree que haría usted si saliera libre?", en ese momento, la expresión que adquiere, basta para "tragarse" toda la historia. La mirada que ha puesto, penetrante y dura, pero al mismo tiempo dulce i sincera, como si nos estuviera mirando y no hubiera en ese momento nada más a su alrededor. Una mirada de esas que te atrapa. Esa expresión dice muchas cosas: cuando has acabado de ver la película, tras toda la trama, entiendes lo que aquella mirada significaba. Como he dicho, es sincera. Esa es la palabra.

En definitiva, historia entretenida y cautivadora que muy probablemente sin George Clooney se hubiera quedado en entretenida.


"¿Esta bien?"

- ¿Esta bien?
- Si, muy bien. No ha sido nada amigo.
- ¿Seguro?
- Disfrute en los Ángeles.

Antes de abandonar el cine de acción (o posponer, no lo se) quiero hacer mención a Collateral. Seré breve. Este pequeño dialogo que escribo al inicio, insignificante, casi vacio de significado, y en definitiva absurdo, es lo primero que se oye en la película. Pues bien, eso más la imagen de Tom Cruise entrando al aeropuerto, para mi, ya valen toda la película.
Por lo tanto, lo que quiero destacar de esta cinta, sobretodo y ante todo, es el hecho de la fuerza que le puede dar una escena a toda una historia. Dotarla de credibilidad, impregnarla de magnetismo para hacia el espectador.
Como historia (y es una opinión muy personal) me parece muy valida. No diré que es un guion digno de figurar en los libros pero si muy bueno. Es una historia sencilla, al mismo tiempo oscura y poderosa. No tiene mucha complejidad ni da muchos giros. Es más bien plana. Todo ello mezclado con el desenlace, a mi entender horroroso y que se carga toda la película. ¿Como un final, en 5 minutos, puede deslucir tanto una historia que prometía mucho más? Pues por el terrible afán, casi enfermizo que viene de Hollywood y que pretende que sus historias siempre acaben "bien". Esta no era una historia para que acabara bien. Por lo tanto, me fijo en el final y digo: "joder que mierda, menudo desperdicio". ¿Como lo arreglo? ¿Como hago para que una película que a conseguido incluso atraparme no se desmerezca de este modo tirando por tierra todo el trabajo hecho con ese maldito final?
Pues volviendo al principio: Y aquí es donde vuelvo y donde acabo. Tom cruise (por cierto me permito un pequeño paréntesis: nunca me ha parecido un actor destacado, en esta historia, en este papel, realmente consigue cautivarme) llegando al aeropuerto, con su vestimenta de capo de la mafia. Con su pelo canoso. Con su barba de 4 días. Con ese rostro, esa expresión entre malvada y compasiva. Con ese andar. Pero sobretodo, con un detalle: Las gafas de sol. A fuera de noche, llega al aeropuerto con las lentes. No se las quita hasta que sale a la calle. Naturalmente es el único que las lleva en ese momento. Destaca. Y esa es la palabra con la que si concluyo. Tom Cruise, en el papel de un asesino a sueldo llamado Vincent, destaca. Y destaca por encima incluso de el final. De su final.


martes, 11 de octubre de 2011

"Yippie-kay-yay mother fucker"

Para publicar todas y cada una de las entradas, no voy a seguir ningún orden. Ni por categorías, ni por directores, ni por años, nada. Sera algo espontaneo. Esto es, cuando me venga una película a la cabeza y quiera comentarla, pues ese día será su turno. Por algo el blog es mío, coño xD. Entonces, que nadie se sorprenda si un día hablo sobre "Algo para recordar" de Tom Hanks, y al día siguiente sobre "El resplandor", de Jack Nicholson.
Pues bien, aclarado este punto, me dispongo a hablar sobre el segundo film. Hoy abrimos las puertas para que entre el mítico y carismático John McClain (Bruce Willis) y su no menos mítica y carismática frase "Yippie-kay-yay mother fucker". Todo ello acompañado de su secuela (mítica y carismática, por supuesto) Jungla de Cristal. Hoy hablare sobre todas las 4 películas que conforman la secuela Jungla de Cristal. Indistintamente de una que otra. Tal vez, en ocasiones posteriores solo comente una de alguna saga, la verdad no lo se, este blog esta abierto a la improvisación. Pero en esta ocasión lo hare sobre las cuatro. Pinceladas de una y de otra. Aunque antes de ponerme a escribir deduzco que me centrare algo más en la primera porque es la más referente. E incluso quizá la mejor.
Así como algunas cintas son de obligada visualización para todos los amantes del cine ("El Padrino" es uno de los ejemplos más clásicos), otras no. Mi primer comentario fue sobre "Taxi Driver". Una de esas películas que se incluyen en la categoría de las que "hay que ver". Ello no ocurre con el cine de acción. Ese tipo de cine que por supuesto tiene fans (y seguramente más de los que creemos) pero que nunca llega a formar parte de la elite en cuanto a cine de refiere. El espectador siempre es un poco reacio a esta categoría. Los grandes críticos, el gran publico, todos se alejan un poco de el, lo miran desde la distancia, siempre con cierta dosis de escepticismo y tal vez nunca sin juzgarlo debidamente. Con algún que otro prejuicio. He de decir que creo que entiendo porque. El motivo es sencillo: El cine de acción no cuenta historias reales, veraces. Esa es la palabra; veracidad. Credibilidad. No representa el arte que se le supone al celuloide. No es arte, quizá, es entretenimiento. Simplemente. Cuesta identificarse, meterse en la piel de los personajes. Comprender una realidad. Reflexionar, sacar conclusión, etcétera. Todo lo que una buna historia puede darnos nos lo quita el cine de acción. Estoy de acuerdo.
Sin embargo, eso no significa ni mucho menos que estemos hablando de una categoría menor, tanto en contenido como en arte. Estamos hablando, si a caso, de una disciplina distinta. Y aquí es donde radica la grandeza. Para apreciar una historia de acción, "basta" con poner un poco de nuestra parte y adoptar una actitud abierta, soñadora, y alguna otra palabra que no alcanzo a encontrar. "Colarse" un rato en la piel del personaje, tal vez sin empatía, y dejar volar la imaginación. Así se puede disfrutar de una de estas películas.
Dicho esto, nos adentramos pues en el imaginario y fantasioso mundo del cine de acción. Acción en mayúsculas. De la mano del director John McTiernan nos llego en el año 1988 "La Jungla de Cristal". Cinta que en cierto modo revoluciono el mundo de los disparos y los puñetazos al convertirse en un referente que contaba alguna cosa distinta, o de distinta forma. Tal vez a excepción de "Depredador" (del propio McTiernan) y alguna más que seguramente existía y no conozco o no recuerdo, pocos films más se adentraban de esa forma tan salvaje, brutal, dura, e incluso sucia, en el mundo de la acción. En el año 88 quedo oficialmente inaugurado el thriller moderno de acción. Evidentemente es mi opinión y habrá quien discrepara e incluso quien me mandara a la mierda. Menudo rollo... Vamos a lo que interesa.
¿Porque digo todo esto? ¿Porque tantas alabanzas a la saga "Jungla de Cristal"? Principalmente por dos motivos: Uno porque cuando las he visto, he conseguido abstraerme de la realidad y he disfrutado mucho con la puesta en escena. Y dos porque me declaro abiertamente fan de John McClain y de su carisma del que antes hablaba. Todas las películas, las 4, tienen un nexo de unión en común: La forma de hacer, el modus operandi de Bruce Willis. Es de esas interpretaciones que le van como anillo al dedo, un traje a medida. Dudo que nadie mas pudiera haber sacado tanto jugo al personaje como el bueno de Bruce.
Me entusiasman los personajes: John McClain, antes de patear el culo a los malos, suelta su poderosa y contundente frase "Yippie-kay-yay mother fucker". (Como curiosidad, esa era una forma común de saludarse en el antiguo Oeste. Evidentemente sin el mother Fucker). Excepto en la cuarta entrega, donde había que colar la frase como fuera y se nota que es forzada, por lo tanto pierde su fuerza y carisma, en las demás, la suelta en momentos álgidos y siempre con poder. Es como un: "aquí mando yo y hasta aquí llega vuestra aportación de hoy, malditos hijos de puta".
A modo de ejemplo, me parece muy acertada (quizá la que más) la segunda parte "la Jungla 2. Alerta roja" Tal como ha transcurrido la historia, el hecho de terminar con los malos desde una pista de aterrizaje, en el suelo, herido y con un mechero, es sencillamente genial.
Del mismo modo, muchos de los personajes que aparecen en todas y cada una de las películas siguen en la línea carismática, autentica, del protagonista: El jefe de la banda de ladrones de la 1, Hans. Con su apariencia, dialogo, modo. Transmite lo que en el se le supone; esencia de líder. Asimismo sus socios, todos y cada uno. Entre ellos, sumados, le otorgan ese punto de credibilidad a la historia que se le acusa de no tener al cine de acción.
Del mismo modo me parece genial la aportación de Jeremy Irons en la tercera parte, encarnando el papel de Simon, un mercenario atípico por su capacidad estratégica y sus "buenos modales".
Otro detalle importante en cuanto a personajes se refiere: En todas y cada una de las entregas de la saga, me llaman la atención los compañeros de John McClain, todos los que por inesperados giros del destino, acaban de su lado y no como meros espectadores, si no que participando activamente en la consecución de los objetivos de Bruce; patear los culos de los malos. Me llama especialmente la atención el caso de Samuel L. Jackson en la tercera parte. Es como el compañero perfecto. El socio ideal de John McClain, con la misma seguridad en si mismo, la misma contundencia tanto en sus actos como en sus palabras. Si nos fijamos en un detalle, y con esto ya concluyo, en todas las películas, un socio/compañero acaba acompañando al protagonista. Naturalmente es un reclamo para el espectador, no tiene mucha mas historia. Pero creo que (quizá excepto en la primera) siempre consigue su objetivo: "enganchar" al espectador. En la primera su contacto en la calle, Al Powell. En la segunda varios empleados del aeropuerto. En la tercera ya lo he dicho, y en la cuarta el chico, más inocente que Bambi atado. Nueva formula idéntico resultado. Se busca el contraste entre los dos protagonistas. Bien logrado.
Todo (o casi todo) en estas 4 películas de acción es autentico. Sin realmente serlo en el término más literal de la palabra, lo es en un sentido más filosófico, más etéreo. En resumen, esa es la palabra que acompaña a la saga Jungla de Cristal. Algo autentico de ver y oír.

Aunque la más autentica es la primera entrega. El solo contra todo, un desconocido contra el mundo. En clara inferioridad, sin saber muy bien a que se enfrenta. Su mujer como rehén... y descalzo. Aun así se permite el lujo de provocar hasta la exhaustacion a los malos.



"Todo es una mierda"

Bienvenidos, inauguro este blog para hablar de cine. Simple y llanamente. El funcionamiento es más simple que el de un botijo: En cada entrada voy a citar una palabra o frase extraída de alguna película para luego hablar sobre ella. Desde cualquier punto de vista.
En mi primera intervención, quisiera hablar del film que da título al blog y que no es otra que Taxi Driver.
Para mí, tal vez una de las películas que debería considerarse (si no lo es ya) como un clásico, imprescindible para todos los amantes del cine.
De la cinta creo que se pueden extraer un buen número de frases célebres, así como imágenes (o escenas) que quedan para el recuerdo. De todas, he escogido el que a mí entender refleja mejor la esencia de la historia: El momento del televisor. Cuando Travis Bickle está en plena fase de autodestrucción, en aquel instante en que sus funciones racionales se están deteriorando a un ritmo imposible y en el que su realidad empieza a acercarse peligrosamente a la del psicópata/sociópata en el qué más tarde se convertirá. El film refleja la vida de un ex-combatiente del Vietnam con evidentes problemas emocionales, envuelto en una sociedad que no comprende y de la que no puede escapar. Sin duda una acertadísima radiografía de una vida llena de dudas y de rabia.
Ver la interpretación sublime del gran Robert de Niro, en ocasiones estremecedora, acerca al espectador a una psicosis desgarradora que completa con un final digno de esta magistral historia. Secuencialmente, la cinta nos relata una historia de lo más lineal, donde todos los personajes sufren y sienten la presión de sus vidas. Presión que les va ahogando poco a poco. Naturalmente el que más fuertemente experimentas esta sensación de desasosiego es Travis Bickle (Robert de Niro).
Sin embargo, una de las interpretaciones (a mi entender) más explicitas es el de una jovencísima Jodie Foster en el papel de prostituta barriobajera. Sin olvidar personajes mucho más secundarios como el de los compañeros de trabajo de Travis o incluso (por citar alguno más) el del proxeneta encargado de salvaguardar los intereses de Iris (Jodie Foster). Todos ellos (y todos los demás que completan la sociedad que se describe) se complementan, interactúan y por decirlo de algún modo, "hablan el mismo idioma".
Lo que más destaco y con lo que me gustaría ir concluyendo es algo que ya he dicho; me quedo con la historia. Tal vez no tanto en como lo cuenta, si no lo que cuenta. En posteriores ocasiones intentare hablar sobre algún otro film desde un punto de vista más técnico, es decir, como esta rodado, como nos cuentan la historia. Y digo intentare porque no estoy seguro de poder hacerlo. En definitiva, Taxi Driver, radiografía de una(s) vida(s) en caída libre, unas vidas vacías, sin sentido y sobretodo con mucho odio. Por supuesto es solo mi opinión.
Quizá podría estar horas hablando sobre Taxi Driver pero debo ocuparme de otros asuntos. Quedemos con la siguiente reflexión: Todos podemos llegar a ser Travis Bickle, ósea que cuidado, tengamos paz y sobretodo controlemos nuestras emociones.
Un saludo.




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